En el cinquillo gana la partida el que antes consiga el número de puntos establecido (por defecto 50).
El juego se desarrolla en manos en las que se reparten inicialmente el mismo número de cartas para cada jugador (salvo que se juegue a tres jugadores y se repartan todas las cartas. En ese caso el jugador jugador siguiente al que reparte tendrá una carta más). Durante la mano cada vez que es turno de un jugador éste intentará poner una de sus cartas formando una escalera con las cartas ya presentes en la mesa (es decir puede poner la carta siguiente o anterior a las que hay en la mesa del palo de esa carta).
La mano la inicia el que posea el cinco de oros, estando obligado a poner esta carta. Si un jugador tiene un cinco de cualquier otro palo, puede ponerlo en cualquier momento.
Si en un momento dado un jugador no tiene cartas que pueda poner, entonces tendrá que pasar. Si existen cartas sin repartir cogerá una carta y continuará la mano el siguiente jugador.
Cuando uno de los jugadores consigue poner todas sus cartas la mano finaliza.
A continuación se empezará una nueva mano y así hasta que uno de los jugadores alcance la puntuación necesaria para ganar.
Al final de cada mano el jugador que haya puesto todas sus cartas consigue cinco puntos más uno adicional por cada carta que no hayan conseguido poner el resto de jugadores.