En la brisca gana la ronda el que consiga más de 60 puntos.
Se pueden jugar partidas al mejor de tres o de cinco rondas, en las que gana el primero que gane dos o tres rondas respectivamente.
En el juego se reparten inicialmente tres cartas para cada jugador. La siguiente carta se descubre y se deposita bajo el montón (es el triunfo). Durante la mano cada vez que ambos jugadores echan una carta se reparte una a cada uno de ellos, empezando por el que ha ganado la baza anterior, hasta que no queden cartas.
Cada jugador juega por turnos empezando el que ha ganado la baza anterior. En su turno el jugador debe echar una de sus cartas. Una vez ambos jugadores han echado sus cartas la baza la gana el jugador que ha echado primero si las dos cartas son de distintos palos y la del oponente no es del palo de la de triunfos o si son del mismo palo y tiene la carta más alta. En cualquier otro caso la baza la gana el jugador que ha echado en segundo lugar.
Las cartas valen 11 el as (1), 10 el tres (3), 4 el rey (12), 3 el caballo (11) y 2 la sota (10).
Una vez jugadas todas las cartas gana la ronda aquel jugador cuyas cartas ganadas sumen más de 60 puntos. Si ambos tiene 60 puntos habrá un empate.
Si se está jugando una partida se iniciará otra ronda hasta que un jugador gane el número de rondas estipulado para la victoria.
Durante la ronda si un jugador tiene el 7 de triunfos y la carta descubierta de triunfos es un as, tres, sota, rey o caballo puede intercambiar su 7 por esta carta después de haber ganado una baza. Igualmente puede intercambiarla, tras ganar una baza, si tiene el 2 de triunfos y la carta descubierta es un 4, 5, 6 o 7.